Mi nombre es Abel Gil, me dedico desde hace más de ocho años a la fotografía.

Esta maravillosa profesión se la debo a mi padre. Él siempre llevaba una cámara encima y era un aficionado de la fotografía del cosmos, pasaba horas y horas en la terraza de mi casa con su telescopio.

Durante años me he dedicado a la fotografía de moda, un sector muy exigente y perfeccionista. Estar actualizado en tendencias y estilos es la clave de un buen resultado.  
 

Años más tarde, gracias a una buena amiga, descubrí la fotografía de bodas. Un mundo lleno de magia y momentos especiales.
Poder contar historias bonitas me seducía mucho. Así fue como decidí dejarlo todo y emprender en el mundo de las bodas.  
 

Me considero una persona muy perfeccionista y con un sentido de la estética bastante desarrollado, esto lo transmito en todas y cada una de mis fotografías. Mi objetivo siempre es  crear un ambiente de confianza para que os sintáis cómodos, relajados y poder sacar vuestra verdadera esencia.

En cada boda, mi objetivo se centra en crear una narrativa visual que capture la esencia única de ese día especial. Cada risa, cada lágrima, y cada detalle. Mi misión va más allá de la fotografía; se trata de crear un recuerdo visual que perdure en el tiempo junto a vuestras familias.
 

La fotografía no es solo mi trabajo, es el arte de contar historias de amor.
 

Ahora que sabéis un poco más de mi, me encantaría conocer vuestra historia.

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